La laminitis es una afección muy dolorosa para un caballo en la que la inflamación en el casco, debido a un trastorno metabólico grave, causa problemas. Pero ¿cómo se reconoce un caballo con laminitis? ¿Cuáles son las causas de esta enfermedad y lo más importante, cómo se puede tratar?
¿Qué es la laminitis?
La laminitis es una inflamación del interior del casco que provoca la inflamación de las laminillas, lo que garantiza que la pared del casco y el hueso del ataúd permanezcan fuertemente conectados entre sí. Como resultado, la conexión entre ellos puede romperse y la falange se desprende de la pared del casco, provocando que se hunda o gire. La inflamación va acompañada de fiebre e hinchazón provocando mucho dolor al caballo. La laminitis suele aparecer (en primer lugar) en los cascos delanteros. Un caballo que ha tenido laminitis una vez siempre será susceptible a esta afección.
¿Cómo se puede reconocer la laminitis?
El caballo intentará aliviar los cascos afectados colocando las patas traseras bien debajo del cuerpo y moviendo la pata (o patas) afectada hacia adelante. Notarás que tu caballo quiere moverse lo menos posible porque esto le resulta doloroso. En ocasiones incluso se tumban mucho tiempo para aliviar los cascos. Dependiendo de la gravedad de la laminitis, la falange puede desprenderse, haciendo que pierda soporte y se incline. La punta de la falange sobresale entonces hacia la suela. En casos graves, incluso se puede ver atravesando la suela.
Causas de laminitis
La laminitis puede tener varias causas. Hemos enumerado los cinco más comunes para ti:
- Sobrepeso
Los caballos y ponis con sobrepeso tienen más probabilidades de tener un metabolismo del azúcar alterado o una desregulación de la insulina (anteriormente conocida como resistencia a la insulina). La desregulación de la insulina en los caballos causa muchos problemas pero una de las peores condiciones que pueden surgir es la laminitis. Para saber si tu caballo tiene una desregulación de la insulina, puedes pedirle un análisis de sangre a tu veterinario. Es difícil verlo desde fuera. Lee más sobre la desregulación de la insulina en caballos y cómo detectarla aquí.
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- Trastornos intestinales
Una causa común de trastornos intestinales es cuando un caballo ingiere una cantidad excesiva de alimentos ricos en energía. Por ejemplo, comiendo hierba rica en azúcar (primavera) o una gran cantidad de concentrado que se da de una sola vez. Esto altera la flora intestinal de tal manera que se forman toxinas. Si estas llegan a la sangre, se puede desarrollar laminitis. - Inflamación uterina
Si una yegua no expulsa la placenta dentro de las 6 horas posteriores al nacimiento del potro, puede ocurrir inflamación uterina. Si estas toxinas acaban en la sangre, la yegua puede desarrollar laminitis. Así que estate siempre atento a esto cuando nazca el potro. - Moratones en las plantas de los cascos
Un mal cuidado de los cascos puede provocar, entre otras cosas, hematomas e inflamación en las plantas. Por lo tanto, se recomienda el mantenimiento regular de los cascos y el recorte y/o herrado cada 6-8 semanas, por parte de un herrador profesional. El trote prolongado en carreteras pavimentadas y/o el transporte largo en remolque también pueden causar laminitis aguda. - Medicamentos
Al administrar ciertos medicamentos, pueden ingresar sustancias tóxicas al torrente sanguíneo, lo que también puede causar laminitis. Si tu caballo o poni es sensible a la laminitis, es aconsejable leer siempre atentamente el prospecto antes de administrar el medicamento o consultar a tu veterinario. - Enfermedades
Los caballos y ponis con enfermedad de Cushing/PPID son particularmente susceptibles a la laminitis.
Mi caballo tiene laminitis. ¿Ahora que?
Cuando atrapen a su caballo, lo mejor es hacer lo siguiente:
- Consulta a tu veterinario inmediatamente.
- Ya no le dé concentrados ni pasto, solo alimente con heno pobre y con tallos. En lugar de concentrados, puedes optar por un suplemento de vitaminas y minerales, como las galletas Pavo Vital o Pavo DailyFit. Mezclar Pavo Vital con Pavo DailyPlus para estimular la masticación y prevenir úlceras de estómago.
- Coloque su caballo sobre arena húmeda o barro para enfriar continuamente el casco y distribuir/aliviar la presión sobre el casco.
- Para reducir el dolor y la presión es recomendable consultar con tu veterinario y herrador para ver qué otras medidas se pueden tomar.
Previniendo la laminitis
Con estos consejos podrás evitar al máximo que tu caballo o pony contraiga laminitis:
- Asegurar una transición gradual del establo al pasto. Comienza con unos minutos al día y aumenta un poco más cada día.
- Saca a tu caballo afuera por la mañana, cuando el nivel de fructanos aún sea bajo, y vigila el índice de fructanos si es necesario. Atención: es peligroso sacar a los caballos sensibles por la mañana después de las heladas nocturnas.
- Evita que paste en prados desnudos: la hierba corta y estresada contiene relativamente mucha azúcar.
- Por la mañana, primero dale forraje en el establo o haz una buena mezcla húmeda de Pavo SpeediBeet o Pavo Fibrebeet. Esto consigue que tu caballo tenga sensación de saciedad para que coma menos hierba en las primeras horas.
- Ajusta la cantidad de concentrado cuando tu caballo salga al pasto.
- Las “praderas en franjas” son una buena solución para caballos y ponis sensibles. Pones una valla en el prado y la vas desplazando, para que no puedan comer hierba ilimitada.
- En las yeguas, presta atención a la expulsión de la placenta (dentro de las 6 horas).
- Para los caballos propensos a la laminitis, es aconsejable considerar si una alimentación sin cereales es una mejor opción. De esta forma limitarás la ingesta de azúcar y almidón.